En Colombia por tradición y en gran parte por desconfianza las pistolas han tenido menor aceptación que los revólveres en el mercado de armas cortas del país, pero en los últimos años se ha incrementado su uso y su popularidad. Hay más fabricantes de todo el mundo que hacen pistolas automáticas que todos los que hacen los otros tipos de arma corta juntos. Las primitivas pistolas Luger, Browning y Colt fueron fácilmente aceptadas para uso militar después de su lanzamiento inicial, pero han tardado medio siglo en conseguir ser normalmente aceptadas por las fuerzas de policía y los civiles como arma defensiva. Esto se ha debido, en parte, a que las pistolas automáticas necesitan una munición de buena calidad para tener garantías de una buena operación y, en parte, a la complejidad de funcionamiento, ligeramente mayor; de algunas semiautomáticas, que tienen seguros de disparo y de cargador. No cabe duda de que muchos de los primitivos potenciales usuarios de las pistolas automáticas de simple acción desistieron de usarla por la necesidad de llevar la pistola "montada y con seguro para poder hacer rápidamente el primer disparo, con el temor de que se pudiera soltar la palanca del seguro y hubiese un disparo accidental. Las modernas pistolas automáticas de doble acción han superado casi todos estos problemas y son tan seguras y fiables en su uso como los revólveres de doble acción, con la ventaja añadida de una potencia de fuego mucho mayor. La nueva generación de pistolas de reglamento de 9mm tienen capacidad de cargador de hasta 18 disparos de munición Luger, si se las compara con el cilindro de seis tiros de la mayor parte de los revólveres.

En el calibre más pequeño, el .22 LR, una buena parte de las pistolas se hacen para el tiro al blanco de precisión, especialmente en Europa.

 
Una Browning 1911 y una Heckler und Koch USP, ambas .45 ACP

RETROCESO DIRECTO

Prácticamente todas las pistolas semiautomáticas, del calibre 380 Auto (9mmK) hacia abajo, funcionan por retroceso directo: el bloque de la recámara tiene un potente resorte que mantiene el cartucho en la misma mientras se le dispara; este muelle controla por sí solo el movimiento de la recámara y el ciclo de la acción. El retroceso directo facilita una fabricación más sencilla, porque el cañón puede ser fijo.

APERTURA RETARDADA BROWNING

En los calibres de 9mm Luger y superiores, normalmente hace falta alguna forma de apertura retardada. ya que los cartuchos de más alta presión no pueden controlarse fácilmente con el retroceso directo. Haría falta un muelle de recuperación muy grueso y también un bloque macizo de la recámara, para que hubiera una inercia más grande contra la apertura inicial de la recámara.

El tipo más corriente de apertura retardada es el de Browning, que se encuentra en la pistola Colt 1911 y en la Browning GP35. Las dos, por la presión de la recámara, alojan unas lenguetas del cañón en unas muescas de la corredera hasta que la bala ha salido del cañón y la presión empieza a bajar. Según va cayendo la presión, las levas de

éste presionan sobre una palanca basculante -en los diseños de la Colt 1911- o mediante una leva deslizante, en los tipos GP35. Entonces, la corredera retrocede, empujada por la presión residual y controlada por un resorte de retroceso ligero, completando el ciclo, montando el martillo y alojando en la recámara un cartucho nuevo. El movimiento del cañón durante el ciclo requiere que haya una holgura adecuada entre las superficies que se mueven para que el arma pueda ser fiable en condiciones adversas y esto lleva a que se diga que muchos modelos de pistola de reglamento son poco precisos. Esto no tiene importancia en las distancias operativas normales en el combate, pero sí se hace notar cuando la misma arma se utiliza para tiro al blanco de precisión a más distancia y se necesita que la acción de la pistola se ponga a punto y se ajuste.

OTRAS FORMAS DE APERTURA RETARDADA

La Heckler, en sus pistolas automáticas de gran presión, emplea dos variantes de la acción Browning de recámara cerrada. Para retardar el proceso, la P9S usa un bloque basculante derivado de sus fusiles militares como el G-3 y la MP-5. La P7 utiliza un sistema de retardo a gas, empleando los gases de propulsión para mantener la recámara cerrada hasta que disminuye la presión; entonces funciona como una pistola de retroceso directo con el cañón fijo. La elevada presión de los gases garantiza que la P7 puede funcionar, si es necesario, sin un extractor, porque el casquillo disparado sale de la recámara con el rebufo. La Steyr, en su pistola GB de cargador de gran capacidad, ufiliza un zuncho anular de gas alrededor del cañón para conseguir la apertura retardada.

FUNCIONAMIENTO A GAS

El funcionamiento a gas es más complejo y necesita un pistón de gas y un muelle muy grueso para controlar el retroceso. Las pistolas con mecaniLa Desert Eagle Israelísmo de gas normalmente son voluminosas y por ello son las más apropiadas para calibres muy potentes, pero utilizan un cañón fijo, lo que mejora la precisión. Una de las primeras pistolas automáticas que tuvieron un éxito moderado fue la Auto Mag, en los calibres 44 y 357 pero no llegó a usarse mucho por la falta de munición hecha comercialmente. La AMT sigue haciendo aún una versión de la Auto Mag en calibre 22 WMR. Las pistolas Wildey, .45 Win Mag y 9mm Win Mag, han sido un intento más logrado de fabricar una automática de funcionamiento a gas de gran calibre. La pistola israelí Desert Eagle, que utiliza munición de alta presión .357 Magnum y .44 Magnum tiene un método de operación similar al del fusil de asalto Galil. Las pistolas automáticas de mecanismo de gas generalmente necesitan, para funcionar bien, munición de buena calidad y mucha potencia.